viernes, 20 de julio de 2007

Animado, y viendo que tu día cambió radicalmente, le preguntás sonriente y respetuosamente la hora. Cuando ella te dice las nueve menos diez, fingís preocupación.
- Uy, dió, las nueve menos diez..... YA estoy llegando tarde.... - ahí le sonreís - y si vos entrás a trabajar a las nueve, también estás llegando tarde, ¿No?.

Ella modifica su rostro hastiado, y te dice que sí, pero que como es lunes, no se hace mucho problema.

- Y, si... los lunes ya no hay que hacerse problema por nada - le decís - ¿Te faltan muchas estaciones?

- No, dos más y ya me bajo - responde amablemente.

Vos sabés que te queda poco tiempo. Más o menos cuatro minutos. Si bien estás desesperado por seguir hablándole, no querés ser brusco. Pero no querés perderla, y, al menos, querés quedarte con su teléfono. Decidís....